Por Carlos Calanche
Berenice Díaz, artista visual, gestora cultural y emprendedora cusqueña. Fundadora del proyecto colectivo multidisciplinario Totemiq, nos cuenta sobre su propuesta artística que, a través del arte generativo, explora y cartografía en imágenes los diferentes aspectos de la realidad peruana analizada desde el consumo de información que, a su vez, estudia desde teorías de la antropología urbana actual. Asimismo, nos brinda su percepción sobre el arte cusqueño contemporáneo, su metodología de investigación y praxis artística, así como su que hacer colectivo con otros artistas y científicos sociales.
En su conferencia “El sacrificio de la cultura”, el antropólogo Marc Auge aborda el tema del heroísmo, como un acto que promueve el desarrollo humano. Diferencia tres actos heroicos: 1) De la investigación y la creación, 2) de lo cotidiano (la relación con el otro) y 3) de lo político. Berenice Díaz, artista visual, gestora cultural y emprendedora cusqueña, plantea estos sucesos augeianos desde su discurso artístico. Así, en esa polivalencia que la caracteriza desde niña y su acercamiento al arte que se dio a muy temprana edad, por observación de la naturaleza y contemplación de sus procesos, muestra su disertación visual que acomete los actos heroicos de la creación, lo cotidiano y lo político.
Su heroísmo que parte de la creación y la investigación se formula en sus obras “Autopoiesis Mediático Popular”, “Cusco Lugar No Lugar” y “La Ciudad Invisible”, muestras que se esbozan y se plasman mediante el arte generativo y sus autómatas celulares que hacen posible cartografiar conductas de países, ciudades, personas, entre otros, que ella define como una técnica de investigación de programación de código abierto. Entonces, primero, para comprender la narrativa pictórica de Berenice, hay que entender de qué trata el arte generativo y los autómatas celulares. El arte generativo es un proceso de creación de una obra artística por la activación de un grupo de reglas, en el contexto de un sistema autónomo o semiautónomo que desarrolla el artista. Asimismo, el autómata celular es un modelo matemático y computacional para un sistema dinámico que evoluciona en pasos progresivos.
Siguiendo esta misma línea teórica, el heroísmo de lo cotidiano se ve en su relación con el otro, su trabajo colectivo, su quehacer poliédrico. Ella, así, une conocimientos de diferentes grupos de personas y artistas. En este sentido, surge Totemiq, proyecto colectivo multidisciplinario, donde combina técnicas tradicionales de las artes plásticas y del arte popular con discursos y estilos contemporáneos, entre ellos la pintura digital y la realidad aumentada. Asimismo, cuando se acerca al heroísmo político, ella elabora cuestionamientos a la sociedad y sus comportamientos. No emite juicios de valor. Su narrativa sobrevuela los prejuicios y estereotipos para más bien confrontarlos mediante un análisis que elucubra hipótesis que llevan a un desarrollo plural, mediante las imágenes que surgen de la investigación y su praxis artística.
Es así que en la narrativa de Berenice Díaz se encuentran los discursos heroicos del pensador citado en el primer párrafo. Y, en tal sentido, como este antropólogo, ella aborda sus temas desde la práctica y la investigación continua. No emite juicios a priori ni sentencia su realidad como esperanzadora o caótica, sino que la cuestiona para brindar luces de desarrollo, teniendo en cuenta siempre el binomio de ciencia y arte.
1. En tus obras “Autopoiesis Mediático Popular”, “Cusco Lugar No Lugar” y “La Ciudad Invisible” hay un hilo conductor, ¿cuál es esa narrativa que tienen en común y su significado?
Las tres obras están creadas bajo el mismo concepto de simulación de organismos virtuales, que nacen, se alimentan, evolucionan y mueren en relación a la información extraída en redes sociales, buscando cartografiar un determinado aspecto de la realidad peruana analizada desde el consumo de información en red que puede ser estudiada desde teorías de la antropología urbana actual.
2. Tu obra es un proyecto continuo de cartografiar a través de imágenes tu realidad (la estructura de tu ADN), la realidad cusqueña (“Cusco Lugar No Lugar”), la peruana (“Autopoeisis Mediático Popular”). ¿Hay alguna cartografía en ciernes? Si hubiese una, ¿podrías contarnos al respecto?
Así es, creo que uno de los objetivos principales en mi trabajo es el de cartografiar determinadas realidades a través de asociaciones y posteriormente transformaciones de un sistema en otro sistema, en este momento estoy trabajando en un proyecto de investigación con la universidad UTEC, para lograr hacer un análisis sobre la violencia de genero mediante el mismo método de extracción de data y estudio de la misma usando por ejemplo inteligencia artificial para hacer análisis del discurso y autómatas celulares para observación de creación de imágenes.
3. En ese camino, haces énfasis en tu exploración sobre la cartografía a través de las imágenes y la antropología urbana cusqueña, ¿puedes explicarnos esta propuesta?
Me interesa mucho el cuestionamiento de la idea de espacio socio territorial y los conceptos que se entienden de manera grupal de ellos, cada ciudad como buen sistema complejo que es presenta sus determinadas características en el imaginario social de ellas. En el caso de la ciudad de Cusco podemos reflexionar sobre la imagen de la ciudad, la imagen patrimonial, la imagen estereotipada, la imagen turística, la imagen de consumo y al mismo tiempo las imágenes poco visibilizadas y consumidas que muestran otras caras de la ciudad, pero lo más interesante de todo esto es que la imagen se crea y recrea de manera colectiva constantemente en el imaginario cultural local.
4. Al hilo de las cartografías que exploras, hay distintos términos filosóficos y antropológicos que fácilmente pueden leerse en tu discurso artístico que reflejan la realidad actual, como la modernidad liquida (Bauman), pensamiento débil (Vattimo), la era del vacío (Lipovetksy) y la sobremodernidad (Auge). ¿Cuál es tu percepción sobre estas posturas en el contexto peruano y, en este sentido, tendrías una mirada crítica, pesimista u optimista sobre esta realidad?
Apoyo mi propuesta en la obra de antropólogos que tienen una postura postmoderna como Auge, para construir un discurso que cuestiona los sistemas actuales, no necesariamente mi postura es optimista o pesimista sino cuestionadora, en las obras Cusco Lugar No Lugar y La Ciudad Invisible presento una imagen de la ciudad Cusco desde el imaginario cultural que se debate como estereotipo construido por la industria económica de la que depende la ciudad, invisibilizando sus caras menos comerciales
5. Ahora, regresando a tu quehacer artístico, cuéntanos, ¿quiénes son tus referentes artísticos locales, nacionales e internacionales?
Consumo mucha información a través de diferentes plataformas para artistas, creativos y científicos de las que me estoy nutriendo constantemente de información, así que tengo influencia de todo lado un poco, principalmente dentro del arte generativo me interesa el trabajo de Scott Draves, Michael Hansmeyer, Jon McCormack, Neri Oxman, artistas nacionales como Angie Bonino, Paola Torres Nuñez de Prado, Renzo Filinich, Francesca Dasso, y en la vertiente de la ilustración me gusta Naranjalidad, Tran Nguyen, Lantomo.
6. ¿Y cómo es tu metodología de trabajo y las técnicas que más aplicas en tus obras artísticas?
Trabajo de manera colectiva, uniendo conocimientos de diferentes grupos de personas, ahora me encuentro trabajando con el proyecto Minsky, empresa de desarrollo e innovación tecnológica, trabajé con el antropólogo Carlos Molina y tengo un convenio de investigación con la Universidad UTEC. Con el colectivo Totemiq (arte popular contemporáneo) combinamos técnicas tradicionales de las artes plásticas y del arte popular con técnicas contemporáneas como dorado colonial cusqueño, brocateado, pintura al óleo, dibujo, cerámica, acrílico, escultura, pintura digital y realidad aumentada. En el caso de mi propuesta de arte y de investigación, la técnica que uso es programación de código abierto.
7. ¿Cuál es tu lectura del arte cusqueño contemporáneo?
La escena local se presenta particular y con rasgos distintivos de la historia de la ciudad, la propuesta tiene una marcada influencia de la corriente indigenista propiciada principalmente por la Escuela de Bellas Artes, por otro lado, la corriente costumbrista que tiene gran presencia promovida por el turismo y el mercado laboral local, a la par, vemos artistas que están experimentando con diferentes narrativas, lenguajes y estudio del material como Grisa Camargo, por citar un ejemplo.
8. En este sentido, ¿cuál es tu percepción sobre el Indigenismo y el Costumbrismo, corrientes artísticas que, como mencionas, son muy extendidas en los artistas cusqueños?
Pienso que son corrientes que manifiestan el sentir de la sociedad cusqueña como grupo, muy necesarias en su tiempo y por esto siguen aún vigentes, sin embargo, es importante promover a que los artistas contemporáneos busquen representar las necesidades sociales de la época sin dar la espalda al pasado nutriéndose del mismo con miradas actualizadas y valiéndose de las múltiples herramientas que tenemos hoy.
9. Como gestora cultural y emprendedora cusqueña fundaste el proyecto Totemiq, ¿cómo surge este emprendimiento cultural? Cuéntanos acerca de él.
Totemiq es un proyecto colectivo multidisciplinario que creamos en el 2015, surge a raíz de varias necesidades, el principal objetivo es colaborar en la puesta en valor del arte popular cusqueño y peruano uniéndolo con las artes plásticas y contemporáneas. Difundir conocimiento y saberes antiguos, generar oportunidades laborales para el sector, y transmitir mediante la educación. En el proyecto producimos obras de arte, escenarios interactivos e inmersivos, talleres didácticos y ahora último estamos creando un proyecto editorial. Totemiq me ha permitido trabajar con personas maravillosas y que admiro mucho como Rivka Benites, Metamorfiq Lab, María Mendivil, Fabiola Silva, Amira Prada, Nico Marreros, Julio Gutierrez y ahora con mi socio de la nueva aventura editorial Javier Montes.
Por otro lado, en los últimos años hay debate continuo sobre la calidad y la importancia del arte conceptual. Hay algunos teóricos que defienden este discurso como una manifestación de nuestra posmodernidad y otros que denostan este lenguaje, minusvalorándolo por una ausencia de técnica y virtuosismo. ¿Crees que el arte conceptual está sobrevalorado o, por el contrario, que este es una muestra del Zeitgeist (espíritu del tiempo) ?, ¿cuál es tu opinión y tu experiencia al respecto?
Pienso que el arte es una herramienta de creación de conocimiento, para mí su función es mucho más trascendental que la generación de belleza, cada corriente artística precedió a una teoría científica y filosófica contribuyendo al entendimiento y también al cuestionamiento de ella, no deberíamos separar el binomio arte/ciencia, en este sentido el arte conceptual representa el conocimiento de la sociedad en el tiempo actual.
¿Cuál es tu opinión sobre la coyuntura actual política y social peruana, en la cual están aflorando heridas no superadas como el clasismo, el racismo, la intolerancia, el terrorismo?
Pienso que este escenario es el resultado y el costo de la historia peruana.
Por último, ¿qué les dirías a aquellas personas que se sienten atraídos por el estudio del arte, pero muchas veces desisten por una presión familiar y social, ya que en el imaginario colectivo es una vocación y un oficio vano?
Dedicarse al arte es duro, pero es una vida increíble, si rompemos los paradigmas de lo que entendemos como arte podemos abrir las posibilidades de la creación, contribución y sostenibilidad.