Escrito por: Manolo Chávez
Desde que comenzó la pandemia del Covid 19 los que estamos involucrados en el turismo hemos buscado y ensayado todas las fórmulas para la reactivación de nuestra actividad después de la cuarentena y la verdad nunca encontramos una estrategia eficiente y sostenible.
En esa búsqueda caminando por las calles vacías de Cusco, con la cabeza gacha, llegamos, casi de casualidad, al barrio de Sapantiana y ¡oh sorpresa!, encontramos a un grupo de vecinos que estaban limpiando su barrio a pesar de la emergencia sanitaria. Angela Pumayali, Julio Chaparro y la señora Nora Ormachea me dijeron que habían tomado la decisión de mejorar su barrio aprovechando que estaban sin actividad. Me contaron que Sapantiana era un barrio olvidado, tomado prácticamente como antro de fumones y por gente que venía a beber licor a sus calles, incluso se había suscitado un hecho trágico, los vecinos vivían con miedo; pero también me contaron que ya se habían cansado y por eso decidieron formar un Frente de Defensa y pasar del miedo a la acción. Increíble, pensé, que un barrio que cuenta con recursos tan valiosos como el acueducto virreinal y una huaca inca estuviese tan abandonado y tan mal aprovechado.
Así mismo me llamó la atención que se haya colocado unos juegos metálicos (en ese momento totalmente deteriorados) en una plataforma inca, seguramente fue porque en esas épocas, hasta las autoridades más cusqueñistas, no veían el patrimonio cultural como lo vemos ahora en el siglo XXI. Entusiasmado por ver esa actitud de los vecinos les propuse apoyarlos moral y técnicamente en la puesta en valor del barrio. Comenzamos a soñar juntos y a visionar el acueducto limpio y lleno de visitas, la huaca recuperada y respetada. Les propuse a hacer de la calle Siete Borreguitos la calle ms linda de Cusco y así lograr que este sector de la ciudad se convirtiera en un atractivo turístico. Justo meses antes había estado en Francia y había visto una calle similar llena de flores en un pueblo de Provenza.
“Arquitectura hidráulico colonial levantada sobre el rio p’ujru, cuya construcción fue impulsada por la orden Jesuita y el cabildo de Cusco, entre los siglos XVII Y XVIII”
Incrédulos al principio, debido a todos los ofrecimientos incumplidos de gestiones anteriores, me escucharon con cierta duda, pero también vi ilusión en
sus ojos y fue así como comenzaron a tra-bajar en el barrio, aportamos ideas, pero ellos pusieron el trabajo manual y sus propios recursos para hacer realidad este sueño. Los vecinos comenzaron a hacer jornadas de limpieza, sensibili-zación y haciendo actividades consiguieron poner cámaras de seguridad; luego limpiaron el acue-ducto, el cual paso de ser un basurero a ser un lugar interesante, aparecieron las primeras fotos en Instagram y Facebook.
Al ver esto inmediatamente se sumaron la Municipalidad Provincial de Cusco, especialmente su Gerencia de Cultura y Turismo y la DDC de Cultura, poniéndose a disposición y apoyando con algunas mejoras, lo cual reforzó enormemente el trabajo de los vecinos; también se hizo presente la PNP con la valiente Comandante Espejo. Se hizo un concurso de fachadas, se dio premios para los ganadores, se pusieron las primeras macetas en la calle Siete Borreguitos, y se pusieron más y pronto esta calle se convirtió en escenario de sesiones de fotos de modelos, grupos musicales, novias y quinceañeras, eso incentivó más a los vecinos y se propusieron a poner 300 macetas, (hoy tiene 200), incluso hubo gente que trajo sus propias macetas con diseños personalizados. Cusqueños residentes en el extranjero, al ver por las redes sociales el esfuerzo y los resultados que se lograban, ofrecieron su apoyo y se consiguió a través de ellos la iluminación para el acueducto la huaca y escalinatas para acceder a el acueducto cómodamente. Al ver esta potencialidad, todos los gremios de turismo también ofrecieron su apoyo, especialmente la Cámara de Comercio, Casa Andina, Condor Travel, Emufec que donaron todo lo necesario para reparar y poner en funcionamiento los baños públicos para los visitantes; acto seguido la empresa Andine donó toda la señalización turística especializada, producto de esto comenzaron a llegar turistas por cientos, aparecieron los primeros negocios turísticos, la heladería artesanal, el taller de tallado, la señora que vende artesanías, el fotógrafo, los jaladores de tours y el primer restaurant. Todo en plena pandemia. Habíamos descubierto la fórmula de la reactivación turística que tanto buscábamos.
“Pronto esta calle se convirtió en escenario de sesiones de fotos de modelos, grupos musicales, novias y quinceañeras, eso incentivó más a los vecinos y se propusieron a poner 300 macetas, (hoy tiene 200”
Todos estos esfuerzos y voluntades han logrado que el Barrio de Sapantiana se convierta en un atractivo turístico. Falta mucho todavía, hay muchas cosas que hacer y mejorar para que este sector sea un atractivo maduro, pero a pesar de eso las principales agencias de viajes ya han puesto dentro de su catálogo de tours a Sapantiana como una visita obligatoria. Promperú ya lo puso en su catálogo de atractivos, fue presentado por la municipalidad como atractivo del Bicentenario. Otra cosa que alegra mucho es que las familias cusqueñas están visitando con mucha frecuencia este nuevo Parque Cultural. Me gustaría que la piscina abandonada sea un andén más para que los niños pequeños puedan jugar dentro de este corral de piedra, pasto y flores.
Hace unos días los vecinos de Sapantiana y la Cámara de Comercio tuvimos una reunión con la viceministra de Cultura, la señora Sonaly Tuesta quien se interesó por este caso, y le pedimos que dote de personal de mantenimiento permanente y vigilancia a este nuevo parque cultural, tal como se hace con otros espacios históricos como el Parque Arqueológico de Sacsayhuaman al cual pertenecen, paradójicamente, la huaca y el acueducto. Ojalá se logre, eso le daría sostenibilidad, pero principalmente terminaría de alejar a los malos elementos que todavía no se resignan a abandonar del todo el barrio. Sapantiana es un ejemplo de como la buena voluntad y el deseo de vivir mejor puede traer resultados positivos, ejemplo que están siguiendo otras calles como Resbalosa, Concepción, Pumacurco, el mismo pasaje Sapantiana y barrios como Rosaspata, Cinco de Abril y Manuel Prado. Repito, después de cientos de webinars, charlas y ponencias de las que ya estábamos cansados finalmente descubrimos la fórmula de la reactivación turística y esta es: SOÑAR Y TRANSFORMAR con nuestras propias manos.
Esto hace que nuestros productos sean cuidadosamente transformados y elaborados para que nuestros postres sean de la más alta calidad como es el Cheescake invertido, Crostat de Sauco, Profiteroles Praliné y más.
Innovamos los sándwiches uno de nuestros productos bandera es el sándwich de cuy que es un manjar para su deleite, así como la butifarra de pato, el sándwich vegano y vegeta[1]riano entre tantos productos que ofrecemos a nuestra selecta clientela, también debemos mencionar nuestros helados artesanales que han sido elaborados con frutos naturales, además de nuestra variada cafetería pasan[1]do por una minuciosa selección de granos por nuestros expertos baristas con más de cinco especies de cafés.
Nuestra selecta variedad de tortas es nuestro eje principal que nos permiten ser la solución perfecta para esas ocasiones especiales y únicas donde nuestro capital humano está a disposición para poder atenderlos de la mejor manera para esos momentos inolvidable, como los cumpleaños, matrimonio entre otros.
A todo esto, el Principado suma la fusión de productos peruanos y franceses como la variedad de quesos, especies y una selecta cava logrando así una alquimia perfecta para compartir momentos inolvidables en familia, amigos o para cualquier momento especial a todo esto sumamos la amplia experiencia de nuestros chefs pasteleros, sandwicheros, baristas y todo el equipo en conjunto gracias a su talento ofrecemos el mejor producto alimenticio.
Debemos mencionar que nuestro local cuenta con un estilo de decoración barroco renacentista donde el ingreso es una réplica estilizada de la Puerta Real del Palacio de Versalles así mismo el salón inspirado específicamente en los amplios salones del Palacio de Versalles, con luminarias que son las protagonistas en el salón las cuales están acompañadas de un mobiliario único en la ciudad brindando un espacio cómodo y cálido como nuestra terraza que le permitirá vivir una experiencia única.
Y por último y no menos importante debemos mencionar que esta empresa nace del deseo innovador de presentar a la ciudad del Cusco y a los cusqueños una propuesta de pasteleria fina y un nuevo espacio de encuentro familiar, cuya inversión es netamente cusqueña.